Consejos para la presentación de proyectos
¿No te ha pasado alguna vez que por motivo de una mala presentación o exposición deficiente has perdido la oportunidad de materializar un trabajo o proyecto? No te preocupes, a todos en algún momento de nuestra vida nos ha pasado. Lo que debes procurar es que no vuelva a suceder, y más en los tiempos en que estamos.
Cuento esto tras asistir a un taller en el Centro Europeo de Empresas Innovadoras (CEEI), titulado ¿Cómo hablar en público?, en una ponencia bastante intensa e interesante, intensa por la cantidad de consejos en tan poco tiempo e interesante por la calidad del contenido, bien estructurado y conducido por Adriana Rubio consultora de Equipo Humano.
El caso es que fusionando el contenido del taller con nuestras propias experiencias en presentaciones y campañas de publicidad, puedo compartir con vosotros algunos consejos que serán de utilidad y te ayudarán a vender. Porque al final se trata de eso, de vender tu idea, tu proyecto, en definitiva algo muy tuyo, seguro que muy bueno. Y no puedes perder la única oportunidad que vas a tener.
La clave de todo y lo primero que debes hacer es practicar, aunque creas que lo sabes todo, que conoces el proyecto en todas sus facetas, siempre hay algo que se puede escapar, y si practicas, encontrarás fallos, podrás corregirlos y mejorar. Un fallo muy habitual es no controlar los tiempos, solemos cometer el error de invertir mucho tiempo en los preliminares. Recomiendo que sepas exactamente cuanto dura tu exposición y tener siempre un plan B y C. El plan B es que te digan que tienes menos tiempo del necesario y por el contrario, el plan C, es que dispondrás de más. Por lo tanto prepárate las tres. Utiliza esta regla:
Exposición normal (A): 15 a 20 minutos
Exposición corta (B): 5 a 10 minutos.
Exposición larga (C): 25 a 30 minutos.
Si tienes que utilizar el plan B, ve al grano, pequeño preliminar, problema, promesa, solución, timing, ventajas competitivas y precio. Despierta el interés y que sea tu público el que decida si quiere alargar la presentación. Si te encuentras con el plan C, un truquillo que suelo utilizar es hacer mi exposición normal pero introduciendo preguntas en diferentes fases para involucrar al interlocutor, haz siempre preguntas sobre él, sobre su empresa, sobre cosas que pueda explayarse, así obtendrás un tiempo extra y además podrás conocerlo mejor y saber de que pie cojea, y luego sigues ” como iba contando…” Si no es posible realizar preguntas y no tienes un plan C , utiliza el recurso de las anécdotas y ejemplos a la hora de explicar conceptos, si son entretenidos mejor.
Otros consejos:
– Conoce a tu público: Nivel cultural, grado de conocimiento y experiencia de tu interlocutor sobre tu producto o servicio. No es lo mismo vender una acción, una pieza de diseño o una campaña de publicidad a un empresario de toda la vida, puro instinto y tenacidad, pero sin conocimientos de marketing online ni de nuevos hábitos de consumo ni de marketing en redes sociales… que al director de comunicación, por ejemplo. Por lo tanto tendrás que saber amortiguar tu lenguaje con argot muy técnico o muy de ir por casa.
– Usa imágenes, transparencias o slides. Siempre debes utilizar soporte audiovisual de apoyo. Una imagen vale más que mil palabras. Las diapos nos ayudarán a mantener la atención de la audiencia, reforzar las ideas principales, reducir los malentendidos y sobre todo en tener confianza en uno mismo, (si algo crees que se te puede olvidar, pues lo incluyes, así de fácil).
– Logística. En la medida de lo posible, intenta conocer el lugar de la reunión y no supedites tu presentación a recursos ajenos: micro, pantalla, iluminación,… por ejemplo si necesitas conexión a internet, no cuentes con ella aunque te digan que existe. Piensa en lo peor que puede pasar y adelántate a los posibles acontecimientos.
– Debes transmitir credibilidad. Utiliza una vestimenta adecuada. Un ejemplo muy radical es asistir en chándal a la primera reunión, de primeras ya estás dando una imagen negativa y tendrás que ganar puntos con tu exposición, pues evítalo, salvo que forme parte de tu show, que todo es posible. Utiliza un tono de voz adecuado y la cabeza bien alta que tu proyecto no lo conoce nadie mejor que tu.
– Comprende a tu interlocutor y ponte en su lugar. ¿Que pensarías tu si te contaran a ti lo que tú estás contando? ¿Que preguntas harías?
– Obtén su atención definiendo el problema, presenta la solución y cuenta los beneficios y ventajas.
– Conecta emocionalmente. Establece preguntas, haz que tu interlocutor forme parte de tu proyecto, que aporte su opinión.
– Y lo más importante, fascina, convence y enamora. Esto es fácil si verdaderamente te crees lo que estás vendiendo.
Una curiosidad: ¿Sabes lo que es la degradación de la comunicación? De lo que pienso, solo digo el 75% y de este porcentaje solo se interpreta o asimila un 65% y así sucesivamente de un interlocutor a otro. Saca tus propias conclusiones.
Y ahora una verdad: El problema de que B no te entienda siempre es de A. Saca también tus propias conclusiones.
Angel Gil
Founder. Production Manager & New Bussiness